Ciudad del Vaticano, 2 de mayo de 2025.- El Vaticano implementa medidas de seguridad sin precedentes para el próximo cónclave. El objetivo es preservar el secreto absoluto de los procedimientos y deliberaciones entre los cardenales electores.
Tradicionalmente garantizado por clausura física y juramentos, el secreto enfrenta hoy nuevas amenazas invisibles y remotas. El riesgo actual reside en el espionaje a través de ondas electromagnéticas, dispositivos ocultos y señales interceptadas.
Ante esta realidad, la Santa Sede revisa sus protocolos ancestrales. Sin alterar el rito, refuerza la seguridad en torno al evento crucial para la Iglesia Católica. La Capilla Sixtina, sede de la elección papal, se blinda con tecnología avanzada. Bloqueadores de señal impedirán comunicaciones inalámbricas.
Escudos anti-drones protegerán el espacio aéreo. Sistemas contra láseres espía neutralizarán intentos de captación remota. Antes de ingresar al cónclave, los cardenales entregarán obligatoriamente sus dispositivos electrónicos. Se establecerá un aislamiento físico de la red informática del Vaticano.
