Una investigación realizada por la Universidad Texas A&M-Corpus Christi detectó rastros de fentanilo y otros fármacos en delfines mulares (Tursiops truncatus) que habitan el Golfo de México.
Los análisis incluyeron muestras de grasa de 89 delfines, de los cuales 30 dieron positivo a fármacos como opioides, relajantes musculares y sedantes.
De los especímenes evaluados, 18 delfines vivos y los seis examinados posts mortem presentaron rastros de fentanilo, un opioide 100 veces más potente que la morfina. Las muestras se recolectaron en áreas como la bahía Redfish, la Laguna Madre en Texas y el estrecho de Mississippi, incluidas 12 muestras históricas tomadas en 2013.
Los investigadores señalaron que el hallazgo de fentanilo en delfines podría estar relacionado con eventos recientes y acumulación histórica de contaminantes.
Uno de los casos más destacados ocurrió en la bahía de Baffin, Texas, un año después de la mayor redada de fentanilo líquido en la región. Además, los delfines de Mississippi representaron el 40% de las detecciones farmacéuticas del estudio.
Los científicos explicaron que los delfines, como depredadores en su ecosistema, pueden haber estado expuestos a los fármacos a través de su dieta o por absorción cutánea. Este hallazgo resalta el impacto de los microcontaminantes farmacéuticos en los ecosistemas marinos y sugiere un problema de contaminación a largo plazo.
La investigación subraya que los delfines mulares son bioindicadores clave de la salud del entorno marino, ya que almacenan contaminantes en su grasa. Estas características permiten obtener muestras con métodos mínimamente invasivos para evaluar la contaminación en los océanos.