Le causó un total de siete infartos.
Ciudad de México, México, 4 de noviembre del 2022.- Falleció un niño de siete años víctima de la picadura de un escorpión altamente venenoso, el cual le causó un total de siete infartos hasta que por fin el pequeñito partió al más allá, en la ciudad de Anhembi, en Sao Paulo, Brasil.
Los padres del menor se resignaron a su pérdida desde que el menor permanecía internado, y el papá fue quien decidió encomendarlo a Dios y pedirle que se lo llevara, para que no siguiera sufriendo el pobrecito.
Los hechos ocurrieron el pasado 25 de octubre en la ciudad mencionada. El pequeño Luis Miguel se preparaba para irse de campamento con su familia, y al momento de ponerse un zapato pegó un grito horrible sin que nadie supiera qué había ocurrido.
Pasados unos segundos los padres vieron que del zapato salía un escorpión “amarillo brasileño”, una especie altamente peligrosa y tóxica, y observaron que la pierna del niño comenzó a quedar roja y él se quejaba de que el dolor aumentaba.
De inmediato lo llevaron a un hospital en donde se le inoculó un antídoto para ese veneno, pero éste ya había avanzado en el organismo del niño, quien sufrió cuatro paros cardiacos mientras estaba en el área de pediatría, por lo que fue internado de urgencia.
Al día siguiente los médicos informaron al papá que casi no había esperanzas, y para entonces el menor había sufrido tres infartos más. El señor Proença Furtado decidió entregar a su hijo a Dios, según declaró luego a medios locales.
“Cuando entré a la habitación para verlo después de lo sucedido, puse mi mano sobre su cabeza y se lo entregué con todo mi corazón a su verdadero dueño. Dije: ¡Señor, es tuyo! Llévalo contigo y cuídalo. Que se haga tu voluntad, no la mía”, contó además la madre. El niño falleció.
La tragedia fue tal que el Ayuntamiento de Anhembi declaró luto nacional de tres días por la muerte de Luis Miguel y le dedicó un post de condolencia en sus redes sociales.
