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Astronautas presentan mutaciones tras viajes espaciales

Científicos norteamericanos descubrieron mutaciones en la sangre de astronautas.

Ciudad de México, México, 7 de septiembre del 2022.-Científicos norteamericanos descubrieron mutaciones en la sangre de astronautas que han viajado por tiempos diversos al espacio, lo cual los lleva a tener más posibilidades de desarrollar cáncer y enfermedades cardiacas.

Sin embargo, se descubrió también que las mutaciones sufridas parecen no afectar a la descendencia, es decir, no pasarían de generación en generación, según el estudio realizado por la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai de Nueva York.

Los resultados de la investigación se publicaron en la revista científica “Nature Communications Biology”, y aunque no son conclusivos sugieren que los vuelos espaciales estarían asociados con estas mutaciones.

De acuerdo con lo que se dio a conocer, los investigadores recolectaron muestras de sangre de 14 astronautas de la NASA que participaron en misiones espaciales entre 1998 y 2001.

Los viajes tuvieron duraciones relativamente cortas, con un promedio de 12 días.

La edad promedio de los astronautas fue de 42 años y alrededor del 85% eran hombres, y en seis de los 14 casos se trató de su primera misión.

Las muestras sanguíneas se tomaron 10 días antes del vuelo, y cuando los participantes regresaron a la Tierra, se les tomaron nuevas muestras tres días después. Todo ello se almacenó a una temperatura de -80 grados centígrados durante aproximadamente 20 años

Ahora se han realizado los análisis correspondientes, descubriéndose que hubo mutaciones somáticas en el sistema de formación de sangre (células madre hematopoyéticas) en el 100 por ciento de los participantes estudiados.

En la investigación, se identificaron 34 mutaciones en 17 genes impulsores de hematopoyesis clonal (CH). Este proceso se caracteriza por la sobrerrepresentación de células sanguíneas derivadas de un solo clon.

 

Con frecuencia, tales mutaciones son causadas por factores ambientales, como la exposición a la radiación ultravioleta o ciertas sustancias químicas, y pueden ser el resultado de la quimioterapia o la radioterapia contra el cáncer.

Aunque la CH no es necesariamente un indicador de enfermedad, se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y cáncer de la sangre.

Las mutaciones más frecuentes ocurrieron en TP53, un gen que produce una proteína supresora de tumores, y DNMT3A, uno de los genes mutados con mayor frecuencia en la leucemia mieloide aguda.

Sin embargo, la frecuencia de las mutaciones fue inferior al 2%. Las cifras mayores se asocian con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y cáncer hematológico y sólido.

Asimismo, se detectó que las mutaciones somáticas ocurren en células distintas a los espermatozoides u óvulos, lo que significa que no pueden transmitirse a la descendencia.

Asimismo, se aclaró que la presencia de estas mutaciones no significa necesariamente que los astronautas desarrollarán enfermedades cardiovasculares o cáncer, pero existe el riesgo de que, con el tiempo, esto pueda suceder debido a la exposición continua y prolongada al entorno extremo del espacio profundo.

La investigación recomienda igualmente a la NASA que evalúe a los astronautas cada tres a cinco años hasta su jubilación, con el fin de prevenir enfermedades y obtener diagnósticos tempranos.

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