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Esquinas de Mérida, protagonistas en el Museo de la Ciudad

La vieja costumbre de nominar las esquinas data desde tiempos muy remotos, de acuerdo con los cronistas.

Con 30 fotografías, cuatro pinturas y textos descriptivos el Museo de la Ciudad dedicó su programa “Pieza del mes” a las esquinas de Mérida para conocer más una parte de la historia local y las tradiciones.

La vieja costumbre de nominar las esquinas data desde tiempos muy remotos, de acuerdo con los cronistas, con el objetivo de orientar a la gente que venía de lugares aledaños de la ciudad para su fácil deambular por nuestras calles.

Era usual en aquellos tiempos, para llamar la atención, señalar objetivamente el nombre de la esquina con la imagen gráfica de la misma y colocándola en la parte superior del predio, que generalmente ocupaba algún comercio con giro de abarrotes, farmacia, molino, etc.

Esta costumbre, original y curiosa, forma parte del acervo de nuestras tradiciones populares; algunas de ellas deben su nombre a algún hecho real o ficticio, otras en torno a su animación, sustantivos, animales, motivos astrológicos, lugares y parajes, fenómenos naturales, etc.

En la actualidad muchos nombres antiguos de las esquinas han desaparecido y las nuevas generaciones desconocen estos nombres a consecuencia de la modernización y crecimiento comercial en varios puntos de Mérida.

La exposición incluye tres obras pictóricas del maestro Manuel Lizama Salazar, ya fallecido, realizadas en 1931, y que forman parte de la Colección Mérida del museo. La primera muestra la esquina El Elefante, ubicada en la calle 65 x 46 donde todavía se aprecia sobre la azotea de la casa la escultura del animal, construida de lata y pintado de aceite, aunque con el paso de los años perdió la trompa.

Las otras dos pinturas reflejan las esquinas del Arco del puente (calle 50 pox 63), llamada así porque existió un puente de madera que atravesaba una zanja donde iban a dar las aguas negras del rumbo, y una más de la esquina que forman las calle 61 por 60 de La Catedral de Mérida. 

Asimismo se expone un trabajo de las distintivas placas en blanco y rojo que se encuentran en las esquinas de Mérida, en el centro, creado por Bruce Edmiston en el año 2012. 

Entre los textos y fotografías figura La esquina del Xcul Arco o Arco truncado, que toma su nombre porque se dice se comenzó su construcción pero nunca llegó a concluirse. Debió edificarse sobre la 70 por 61 y 63.

De la esquina de El monifato, se sabe que durante más de 100 años esta escultura permaneció en la confluencia de las calles 65 x 42.

También está la esquina de El Imposible, que se ubicaba en la calle 50, entre La Mejorada y San Cristóbal y tuvo su nombre por el cerro de San Antón que la ocupaba y que impedía el tránsito.

La escultura del Moro Muza estuvo situada en un nicho entre las calles 65 por 56, en donde funcionaba un hotel con ese nombre durante el siglo XIX. En este predio estuvo por muchos años esta pequeña escultura tallada en piedra y empotrada en dicho sitio, la cual se supone representa a un hombre ataviado de gorro y capa, y en su parte inferior un grabado que decía: El Moro Mouza; no se sabe quién fue el autor, pero la esquina conserva ese nombre.

La exposición se complementan con imágenes fotográficas e historias de las esquinas de El Circo Teatro (68 con 57), El Candado (calle 65 x 60), El Teatro (57 x 60), El Degollado (60 x 67), Las Dos Caras (65 x 58), San Juan de Dios (61 x 58), La Veleta (66 x 65) y El Gallito (60 x 63).

A la apertura de la exposición estuvieron presentes Liliana Bolio Pinelo, Subdirectora de Fomento a la Cultura, y José Civeira García, jefe de Museos.

El horario de visita al museo es de martes a viernes, de 10:00 a 18:00 horas, sábados y domingos, de 10:00 a 14:00 horas. La entrada es gratuita.

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