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Denuncias de acoso en Tere Cazola

Los afectados hicieron su caso público en redes sociales, además que hay una denuncia en la Fiscalía.

Mérida, Yucatán, 8 de septiembre de 2022. – Una denuncia por acoso sexual en contra de supervisores de la empresa “Tere Cazola” han puesto en el ojo del huracán a la reconocida firma yucateca tras las acusaciones hechas por una ex empleada que ya presentó una querella ante la Fiscalía General del Estado.

La afectada, identificada en redes sociales como Asul G., hizo público su caso y relató varios episodios que vivió por dos años y medio en la mencionada pastelería.

“A pesar de ser actos cometidos por empleados, no quito la responsabilidad de la dirección de esta empresa por ponerlos en puestos de poder y no tener un debido cuidado con el tipo de personas a las que expone a todas las mujeres y hombres que necesitan de esos empleos para vivir” expresó.

Expuso que comenzó a trabajar en el área de “call center”, pero poco tiempo después unas supervisoras generaron un escándalo interno por una foto suya en ropa interior que circuló con la intención de que la despidan de la empresa, lo cual no ocurrió siendo reubicada como cajera de una sucursal, el último puesto que tuvo en Tere Cazola.

“Unos meses después, cuando la empresa usó de mi imagen para un vídeo de organización empresarial, las despidieron (a las supervisoras) por equivocarse al mandar un mensaje donde me llamaban ‘put4’, entre otras cosas, a alguien de la dirección” detalló.

Cabe aclarar, continúa, que los jefes directos ya sabían de los distintos abusos de poder que las supervisoras cometían y no hicieron nada.

Asul G. dijo que en su paso por el área de ventas pudo darse cuenta que en otros departamentos se cometían abusos hacia los vendedores.

“A los supervisores se les permite beneficiar y afectar a los vendedores como quieren, tienen preferencias y relaciones fuera de lo laboral, los beneficiados reciben un trato increíble, se modifican los checadores para que nos les afecte en su sueldo, se les permite llegar en estado de ebriedad o faltar sin ser sancionados” explicó.

Dijo que, amparado en la protección de los supervisores, uno de los empleados la tocó de manera inapropiada y con un lenguaje indebido, por lo que fue reportado a Recursos Humanos, pero la sanción fue blanda: dos días de suspensión y siguieron trabajando en la misma área.

La denunciante señaló que era común que jefes se aprovecharan de su puesto e intentaran abrazar y besar a las cajeras, además de caricias «inocentes» muy incómodas y un lenguaje inapropiado.

Puso especial énfasis en un colaborador “con poder” que es proclive a entablar relaciones amorosas con cajeras entre 15 y 20 años menores que él.

“Imagínense llegar a su lugar de trabajo donde no sólo tienen que aguantar una presión laboral muy dura y clientes prepotentes sino también a un hombre con un puesto más alto gritarle a su pareja que es una zorr4, una put4 y una infinidad de faltas de respeto, porque la chica tuvo un gesto de amabilidad con un cliente, por sólo hacer su trabajo” añadió.

Asul G. aseguró que los jefes de recursos humanos tienen conocimiento de lo que ocurre en las sucursales, pero se hacen de la vista gorda.

“Un último mal trago fue una vez ya presentada mi renuncia me hicieron saber que hay personas de la empresa buscando fotos íntimas mías en mis redes sociales. Les dejo aquí un breve recordatorio de que el uso de contenido sexual sin consentimiento es ilegal” apuntó.

Hizo notar que los abusos y malos tratos no sólo provienen de hombres, ya que también hay supervisoras que hacen trabajar hasta tarde a cajeras embarazadas.  Además, existen jefes con conductas clasistas, racistas y homofóbicas hacia los empleados.

“Es un trato injusto y muy poco humano el que se da por parte de los superiores en ese lugar” aseveró.

La ex empleada de Tere Cazola dijo que el objetivo de hacer pública la situación es “para que nadie más tenga que vivir lo que yo viví”.

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